Siempre se oye, la puerta que se cierra

Aumenta mi falta de expectativas.
La desilusión, sobre la que meditaba hace una semana, permanece.
Realmente volver a la Argentina, no es algo que me alegre.
Es... una circunstancia, para la que no estaba preparada, pero que he decidido afrontar y llevar a cabo, porque  en mi camino, no hay resistencia ni oposición.
Yo no sigo a Moisés ni miro hacia atrás.
Sin embargo siento que las aguas del río, han cambiado de dirección.
Tal vez haya que regresar, para resolver definitivamente los temas que me han quedado pendientes:

CERRAR PUERTAS, sin piedad.
CERRARLAS, sin ser condescendiente.
CERRARLAS DE UN PORTAZO.
Con fuerza!
Que cruja la madera!
que se sacuda el picaporte!
que tiemblen los cristales de todas las paredes!
y que el ruido sea, por fin la voz que escucharán,
(mi voz)!
la que se han negado a oír tantas veces.

Siempre se oye,
 la puerta que se cierra...


Sinda