Realidad Laboral en Asturias (España)

Continuaciónde "Los Primeros 18 meses"

En Asturias hay empleo en la rama Sanitaria y Gastronómica (Hostelería). Para acceder a un puesto administrativo, prefieren personas con títulos universitarios (si son empresas privadas) o la otra opción, es examinarse (rendir) una oposición (examen) para ser funcionario del estado (empleado público).Los sueldos, comparados con el resto de España son bajísimos... pero el nivel de vida, también es muy barato.

Como no tengo título universitario (aunque podría tener uno, por todo lo que he estudiado hasta la fecha), solo había una opción para mí: "la rama sanitaria". Hice muchos cursos, trabajé en residencias como auxiliar de clínica, en un hospital, y en domicilios particulares como auxiliar de ayuda a domicilio. En la actualidad, sigo en la misma especialidad, asistiendo a una persona mayor, en Oviedo. (Me pagan muy poco y encima, en negro...).

Pese a lo que opina mi familia de Argentina, yo me siento muy bien trabajando en este campo. Me siento útil, porque estoy dando un servicio, que me permite brindarme a mí misma y darle amor a los demás. Si supieran lo gratificante que es trabajar con gente mayor.Muchos opinan que "hay que ser especial", para este tipo de tareas.

Pues sí... hay que serlo, pero en este sentido:

- no sentir asco, cuando tienen que asear a una persona o cambiarle el pañal.
- no impresionarse, cuando ven heridas, tumores, o lo que sea... a flor de piel...
- tener paciencia, mucha paciencia; si el abuelito/a es bastante nervioso o agresivo...
- ser dulces en el trato, y no perder nunca la sonrisa, cuando se está con ellos...

Estos son ejemplos que pongo... y mucha experiencia no tengo, solamente llevo un año trabajando con ellos.

UN BALCÓN QUE ESTABA FRENTE AL MAR

Lo he pasado mal en alguno de los empleos... porque no todas son rosas en la vida. Un trabajo lo dejé (y no quisieron pagarme lo que me debían), porque la dueña "Montse" (menciono su nombre, pero no SU RESIDENCIA); me dijo una vez "Sinda, tu eres demasiado dulce... debes gritarles, debes pegarles si es necesario... para que no hablen ni griten durante la noche..." ¿A ustedes les parece? Una tarde, sentí que una abuelita (Elena) gritaba... y de pronto, no la escuché más. Fui hasta su habitación, para ver que había sucedido... y la encontré a "Montse", cubriéndole con una de sus manos, la boca de Elena y con la otra, presionándole la nariz... (¡para que no respire!).

¡¿Cómo no se iba a callar la abuelita?! ¡¡La estaba ahogando!! Montse, ni bien me vio, la soltó... y me dice "No había otra manera de tranquilizarla, hay que asustarlos para que entiendan..."Muchos me preguntarán: "Pero Sinda, ¿no los denunciaste?". No hubo necesidad, los vecinos del edificio donde estaba la residencia, fueron testigos durante mucho tiempo de los gritos de los ancianos; y fueron ellos, quienes llenaron de denuncias a Montse, hasta que una inspección judicial clausuró el Geriátrico indefinidamente. Los abuelitos fueron trasladados a otras residencias, donde espero... estén mejor atendidos.