Como soy una mujer muy sensitiva, siempre me guío por los flujos de energía.
En todas las circunstancias de la vida, siento lo que me transmiten ciertos lugares, personas o cosas.
Y en función de la luz u oscuridad que me aporten, me acerco o me alejo.
Tengo que cuidar mi alma; para mí: la paz y el silencio, son importantes.
Aunque el silencio, que también es energía, lo utilizo de otro modo.
Procuro escuchar, cuando lo necesitan; y hablar... solo lo necesario.
Esta mañana, estuve en Oviedo, tuve que asistir a unos chequeos de salud, que tenía pendientes. Al finalizar, como estaba en ayunas, busqué... siguiendo mis rutas de luz, una cafetería en la que pudiera sentirme cómoda.
Cuando la encuentro, hago mi ritual, saludo a la camarera y pido lo habitual... "un café con leche mediano y un croissant". Luego abro el libro que estoy leyendo: LA ELEGANCIA DEL ERIZO; y empiezo a fluir entre sus páginas...
Si el lugar, se hace uno conmigo, bebo otro café con leche mediano, me reclino sobre la silla como si estuviera en mi casa y guardo en mi agenda, dos servilletitas (esas que tienen los datos del local).
Para conservarlas como un souvenir, hasta que regrese otro día...
porque siempre se vuelve
al lugar,
donde se es feliz.
Sinda Miranda
1 Ciudadanos del Mundo:
Me encanto!!, esa foto del cafe... es irresistible.. se puede oler, yo no hubiera pedido otra cosa..una medialuna dulce y crocante aaaahhh...la otra vez veiamos por segunda vez Vicky, Cristina, Barcelona, y cuando muestran Oviedo...dijimos ahi, ahi tenemos que ir...algun dia por supuesto
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