Desde que yo recuerde, siempre tuve habilidades para el arte.
En mis estudios primarios y secundarios, destacaba en Música, Dibujo y Literatura.
Recuerdo que siempre fuí muy precoz en esas áreas.
En Música tenía muy buena voz para cantar, tocar algunos instrumentos de viento, sacar las melodías de oído; e incluso tocarlas con ambas manos, indistintamente.
En Dibujo, me agradaba muchísimo crear caricaturas animadas y luego darles forma y color en diapositivas de papel manteca. También fui amante de la pintura, pero le dediqué poco tiempo. Más me gustaba dibujar...
En literatura, como comencé a escribir desde muy pequeña; participé en concursos, siendo aún una niña adolescente; y la confirmación de mi vocación, llegó en el momento oportuno, al ganar el primer premio, en un concurso de cuentos intercolegial.
Creo que mi padre, estaba bastante despistado conmigo.
A la edad de 10 años, me preguntó... "Qué quieres que te regale para navidad?"... Le pedí un XILOFÓN. El... me regaló una pianica (MELÓDICA). No era lo mismo... pero me conformé.
Cuando cumplí los 15 años, volvió a interrogarme... "Qué quieres que te regale para tu cumpleaños...". Al haberme habituado al sonido de la melódica, y también por el hecho de tocar en todas las misas de mi Colegio; le pedí... "Un órgano papá..." (TECLADO). Se apareció con un PIANO.
Me lo estaba poniendo bastante difícil. En cada regalo que me hacía (con mucho sacrificio, porque nosotros éramos pobres), me desafiaba, sin darse cuenta, a un reto mayor.
Cierta vez, cuando tenía 17 años; queríamos participar con mis compañeras en un concurso de televisión, que si ganabas, te pagaban el viaje de egresadas a Bariloche. Para participar, había que prepararse bien, dado que eran muchas las pruebas a las que nos sometían. Mis compañeras, como sabían de mi facilidad para la música; me propusieron que preparara una pieza musical en el piano.
No sabía tocar el piano, salvo con una mano y de oído. Sin embargo, acepté el reto. Pedí ayuda a una maestra de música, que mucho no pudo hacer. Aunque se esforzó por poder conectar conmigo. Y les voy a contar como.
Teníamos diez días para que yo aprendiera a tocar el DANUVIO AZUL. No conocia la melodía, no sabía exactamente nada de piano. No había tiempo para aprender la teoría. Así que llegamos a un acuerdo... ella tocaría el piano para mí, en cada clase, mientras yo... además de escucharla, la observaría como lo hacía.
Fue así, como descubrí que era capaz de tocar el piano, con las dos manos. Solo tuvo que explicarme el funcionamiento de los pedales; y luego, ejercitar juntas la melodía, hasta el día del concurso.
Cuando ella terminaba, yo me ubicaba frente al piano, e imitaba lo que había visto y... oído.
Al final, nos presentamos en la tele; pero como ganamos en la primera prueba (un sketch interpretado por mi amiga Silvia Fernandez); no tuve la ocasión, de demostrar mi don ante el público. ¡Gracias a Dios! porque estaba muy nerviosa.
Durante la escuela secundaria, mis padres no olvidaron que también me gustaba dibujar y pintar; por eso, cuando tuve la ocasión, asistí a clases particulares con un profesor; que pudo enseñarme algo, hasta que me aburrí... de dibujar robots.
Yo quería libertad para expresarme. Y el profesor, quería otras cosas... que eran buenas para mí; pero mi ansiedad por compartir lo que mi alma quería transmitir, era mayor.
No podía empezar desde el principio como el maestro deseaba, yo soñaba con ponerme a dibujar y a pintar, sin límites ni barreras. Sentía que estaba perdiendo el tiempo, al intentar enseñarme algo, que espiritualmente mi alma ya conocía; tal vez de otra vida anterior...
Cuando alguien tiene un talento, primero hay que permitirle que lo exprese, para luego ayudarle a pulirlo y a desarrollarlo...
No era precisamente eso, lo que quería ver el profesor en mí. Así que hablé con mi mamá, y me autorizó a cambiar dibujo y pintura, por LOGO Y BASIC, en el año 1985.
Cambié al profesor, por otro que sí me escuchaba y me abría las puertas a un mundo, del cuál ya nunca más saldría.
El mundo de las computadoras. Eso también me apasionaba, como ahora. Pero no estaba dispuesta a ser analista, ni nada que se le parezca; yo solo quería conocerlas para poder dominarlas... y aplicarlas, en beneficio de mis dones. Fue así como aprendí, también de manera autodidacta, a diseñar páginas webs; reparar ordenadores y manejar todo tipo de software que yo considerara útil, para el desarrollo de mi vocación.
Año 1987. Egreso de la Escuela secundaria. Me anoto en un curso de dactilografía. En dos meses me recibo de dactilógrafa o mecanógrafa. Estaba claro, tenía cierta luz en mis dos manos.
Gracias a esa velocidad con la que mis dedos se mueven sobre un teclado, puedo escribir más rápido que mis pensamientos. Puedo también hacerlo al mismo ritmo de ellos.
Hace dos años, empecé a estudiar guitarra por mi cuenta. Estoy aprendiendo sola. Es algo más compleja para mí, pero... me encanta.
A dibujar y a pintar no he vuelto; pero en cuanto sienta que regresa el momento; no lo dejaré pasar.
"Hay un tiempo para cada cosa, y un momento para hacerla bajo el cielo." Cita el libro del Eclesiastés.
Y yo, opino igual.
Ahora me estoy dedicando a escribir y a hacer radio. Estoy todos los miércoles a las 21 horas de españa, en www.radionava.org.
Les dije que tenía buena voz para cantar; pero como soy tímida, prefiero hablar... y hacerle mimitos a la gente, con mis versos y mis palabras.
No necesitan verme, para sentir mi amor.
Los ángeles también dan amor, y pocos son los que pueden verlos.
El Amor está en todas partes,
en lo visible
y también en lo invisible...
Paz y Alegría.
Sinda
2 Ciudadanos del Mundo:
Ha sido un momento muy relajante, casi te escuchaba más que leerte. Cuantas más cosas se de tí, más me gustas, la mágia de la vida que nos pone a personas especiales en el camino, el azar es poderoso. Besos
Todas las artes que practicamos son un aprendizaje. El gran arte es nuestra vida.
Por cierto, coincidimos , yo también estoy leyendo La elengancia del Erizo es muy hermoso.
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